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Cómo protegerse del calor con Alzheimer

Pronto llega el verano y con él el calor. Aunque a la mayoría de la gente le gusta, no es el caso de los enfermos de Alzheimer. El calor puede empeorar los síntomas e incluso causar problemas de salud en algunos casos, pero hay formas de protegerse del calor cuando se tiene Alzheimer.

Evita el calor

La mejor manera de protegerse del calor es evitarlo por completo. Si tienes que salir, intenta hacerlo por la mañana o por la tarde, cuando hace más fresco. Lleva sombrero, manga larga y permanece a la sombra si es posible.

Evita la luz solar directa en la medida de lo posible, basta una hora de exposición a 37 grados centígrados para que una persona con Alzheimer se deshidrate y sude más de lo normal por miedo o confusión ante lo que ocurre a su alrededor.

Cuida la hidratación

Bebe agua antes de tener sed, y bébela a lo largo del día.

Aunque no tengas sed, sigue bebiendo abundante líquido (al menos ocho vasos al día). Esto te ayudará a prevenir la deshidratación, que puede empeorar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Evita las bebidas azucaradas que podrían contribuir al aumento de peso en personas con demencia o diabetes, en su lugar, elige opciones bajas en calorías, como té o café sin azúcar, con un chorrito de leche o nata si es necesario para darle sabor.

Utiliza las herramientas adecuadas para mantenerte fresco

· Utiliza un ventilador para refrescarte. Puedes colocar un ventilador a los pies de la cama o sentarte frente a él con los pies sobre una otomana o una silla.

· Lleva ropa clara. La ropa de colores claros absorbe más calor que la de colores oscuros, por lo que vestir de blanco cuando hace calor te ayudará a mantenerte más fresco de lo que lo haría vestir de negro (esto también se aplica a la hora de elegir tejidos).

· Lleva sombrero y gafas de sol si hay alguna posibilidad de exposición al sol. Los sombreros dan sombra a la cara, lo que ayuda a evitar el sobrecalentamiento y las quemaduras solares. Las gafas de sol protegen contra el resplandor de superficies reflectantes como el agua o el pavimento, que de otro modo podrían dificultar que una persona con síntomas de la enfermedad de Alzheimer (EA), como problemas de visión (es decir, dificultad para enfocar), viera con suficiente claridad a su alrededor de forma segura sin la ayuda de otra persona cercana que sepa lo que hay que hacer a continuación para poder guiarle en consecuencia.

Trasladarse a una habitación más fresca

Si estás en casa y hace calor, cambia a una habitación más fresca de la casa o apartamento. Si no hay aire acondicionado, abre las ventanas para ventilar y mantenlas cerradas por la noche cuando refresque.

Evita la luz directa del sol, manteniéndote alejado de ella en la medida de lo posible (por ejemplo, pasando de la mesa de la cocina al salón). Evita también sentarte en porches o terrazas que reciben demasiado sol: estas zonas pueden calentarse rápidamente y ser peligrosas para los enfermos de Alzheimer, que pueden no ser capaces de darse cuenta de cuándo tienen demasiado calor.

Sabemos que el calor puede ser peligroso, sobre todo si tienes Alzheimer. Asegúrate de tomar las precauciones adecuadas cuando se trate de golpes de calor y otros problemas de salud que puedan surgir a causa del calor.